El arte es una manera de manifestarse en lo terrenal, salir del mundo de las ideas, es por ello que es una expresión del ser. Tiene un carácter liberador, pues no hay normas que establezcan el hacer del arte. Es decir, se puede entender al arte como una expresión libre, fuera de juzgamientos — tal vez los únicos juzgamientos deberían ser los personales, los del autor—. Es por ello que logra ser una herramienta de catarsis, una expresión llena de contenido pleno. 

 

Catarsis proviene de la palabra griega Kátharsis, que refiere a la purificación. De esta manera, si nos referimos al arte como una herramienta de catarsis, comprendemos que la experiencia artística purifica a las personas involucradas ¿Qué hace que el arte llegue a la purificación? El carácter simbólico y lúdico que soporta la libertad de expresión. 

 

Son veces en las que el arte llega para desfogar ciertos estresares o angustias, manifestar de manera sutil, casi de casualidad, tantas cosas que pueden estar pasando en paralelo. El arte maneja un sistema de símbolos originado por el productor, su interpretación es libre para el espectador, pero la definición siempre será puesta de manera explícita o implícita por el artista. Entonces, llegamos al punto en el que el arte no solo es producir un texto, una imagen, una melodía o una coreografía, más bien es el conjunto de aspectos personales de una persona inspirada. 

 

Ahora, ¿la inspiración de dónde surge? Infinitamente hay razones que justifican la razón de ser de una pieza artística. No se puede excluir al artista de su obra, así como no se debe separar la pieza de su autor, pues cada obra remarca un momento, un contexto, deseos, recuerdos, experiencias, sensaciones, entre tantas otras cosas. Por ello, se entiende que el artista purifica una parte de sí al volcar en materia las cosas que transcurren en su mente. La inspiración como aquello que mueve a la persona a la acción, motiva a remover y dejar en la materia una prueba de la mente. Ese movimiento es el que marca una diferencia simbólica que libera al artista, y tal vez al espectador, al manifestarse una parte del ser de manera tal que se podría encontrar con la parsimonia.




Un poema dedicado a la catarsis al arte escrito:


Fui tu medio de catarsis

llegamos a formar parte de la historia del arte

volamos por todas los cielos de pinturas paisajistas

bailamos cada paso de nuestro camino

cantamos acompañados de melodías

escribimos una historia en presente,

ahora cambiamos el tiempo a pasado

 

Nos servimos

ofrecimos un servicio winwin

me ayudaste a definir qué es lo que no quiero

y tú rectificaste tus ganas de volver objeto ilusorio

a cada cosa que se te cruza

 

Purificamos nuestra esencia

tan dispareja

y el fin llegó para confirmar

que más puros somos cuando no estamos juntos